
Esta última foto, seleccionada por la Revista "Inquieta", Año V, nº 9. Otoño 2014 (Rosario), en la editorial sobre el 29A, Día Internacional de la Danza, Maratón de Danza, explanada del CC Fontanarosa, Rosario, Sta Fe, Argentina.
Ponencia presentada......
SENSO -PERCEPCIÓN Y BAILES EN PAREJA
Autor: Sofía Rolando.
2014. Rosario. Santa Fe. Argentina
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1- DEL ÁMBITO DE LO ÍNTIMO…
Nos gusta bailar, nos gusta ver bailar a
otros, queremos sentir lo que nos parece que sienten los demás cuando bailan:
el placer de disfrutar del momento a través de la música y el cuerpo…y si es
con el “Otro”, más placentero.
Ese “otro”, nuestro compañero del momento,
creará en encuentro conmigo. Para que ese “encuentro” sea tal en todo su
potencial, ambos deben entregarse a lo que surge del devenir. Puede ser
improvisado o pautado con anterioridad, no importa. El modo en que
desarrollamos ese momento depende, en gran medida, de esa comunicación
sensorial.
Cada uno pone sus conocimientos, su
experiencia, sus sensaciones aprendidas. Así como nos manifestamos diariamente a
través de las palabras, las actitudes, el sexo, los miedos, los prejuicios,
toda nuestra visión del mundo…así también nos expresamos en el baile.
Sociedades más primitivas tienen incorporado en su cotidianidad el baile como
medio de expresión ritual y festejo diario. Para nuestra realidad citadina, es
recreación, actividad corporal terapéutica o proyecto artístico. Pero todos, en
cualquier contexto, época y lugar SOMOS LO QUE BAILAMOS.
Si bailamos en pareja, y en aquellos bailes que comprendan un
contacto corporal, el ABRAZO como punto de encuentro, es lo que nos determina y
posibilita el compartir; nos pone en un lugar de convivencia, implica poner en
juego los sentidos con los cuales contamos y necesitamos para poder bailar de
forma improvisada y construir juntos un momento danzado y no solo pautado.
Nuestro tercer compañero será la música, la
cual también hay que percibir en su amplitud.
2- DE LO SONORO- MUSICAL
Las danzas populares siempre tienen un
lenguaje musical que las origina y/o acompaña. Hoy bailamos en el silencio
dentro de una propuesta que se puede denominar contemporánea y en pareja
también, crear un tiempo y un estilo particular interno y en dúo; para lo que nos interesa en este artículo
tomaremos como referencia a las primeras, como bailes populares y sociales.
La percepción necesaria es hacia la música
también; ejecutar pasos pre- establecidos a tiempo y transferir secuencias
aprendidas en clase, independientemente del tema musical que se nos ofrece, es no
escuchar lo que estamos bailando. Es no bailar. Quizá resulte obvio para
aquellos que se dedican al baile como profesión, pero la ampliación de público
y docentes (no necesariamente con formación para ello y muy frecuente), creo,
hace necesario esta aclaración.
Ningún tango, es igual a otro, ni en
estructura, sonoridad, cadencia o intencionalidad, y lo mismo pasa con otros
géneros. Bailar y transmitir el baile desde la escucha musical, en primera
instancia, y no desde la repetición de pasos y secuencias, es un punto para no
descuidar.
3- DE LO SOCIAL….
El baile como
recreación ha tomado auge en los últimos años. Muchos especialistas médicos
empezaron a recomendar algún tipo de baile a sus pacientes como complemento
terapéutico ante síntomas de estrés. De los gimnasios se empezó a migrar a los
estudios de danza, lo que permitió ampliar y crecer en actividades propias del
arte de bailar.
En este marco, los
bailes en pareja han crecido mucho. El tango y el folklore ya tenían sus
adeptos y los aumentaron, y las danzas del Caribe (salsa y sus diferentes estilos,
Cha cha cha, Mambo, Son, Bachata), con sus bailarines y docentes se vieron
abordados por un público masivo con ganas y necesidad de disfrutar del baile,
teniendo como plus de incentivo, lo diferente y alegre del ritmo, la percusión
(raíz de los movimientos primitivos) como base musical, la historia y el tipo
de movimiento descontracturado e improvisado.
El hecho de concurrir
a una clase de baile es la primera conexión con nuestro cuerpo en un hecho
artístico; nos re- descubrimos en ella y nos relacionamos con otros, con
nuestras expectativas y timidez, ya que el encuentro con el otro cuerpo en
movimiento, en general, se dá en el marco del amor de pareja y en un ámbito
privado, en nuestra cultura occidental. En el aula de clase o salón de baile se
convierte en plural y público. Así, si existe algún prejuicio sobre las
posibilidades de nuestro cuerpo y del cuerpo del otro, el contacto nos brinda
la posibilidad de desarticularlos o diluirlos. Y seguimos siendo los mismos…,
más humanos. Todo un desafío.
El baile improvisado y/o
basado en pasos aprendidos, nos pone en el escenario del momento sí o sí, con
todas nuestras antenas perceptivas hacia el otro, el espacio y la música; el
movimiento se vuelve consiente.
Esa percepción se
agudiza con la práctica y la mayor cantidad posible de bailarines con los que
uno se pueda relacionar. Podemos bailar con muchas personas que frecuentamos,
pero cuando aparece alguien “nuevo” en el círculo, es la presencia de lo diferente,
nos obliga a poner atención para relacionarnos con esa diferencia, y por tanto nos
sentimos diferentes.
El ámbito de la clase
nos da un marco que nos permite luego trasladarlo al encuentro social bailable
fuera de la clases (milongas, salseras, jam, etc) y aquí es donde se completa el
círculo del aprendizaje y la percepción: en la variedad de posibilidades tanto
como bailarines haya en el salón.
Si bien es uno de los
dos el que cumple el rol de invitar a “hacer” al otro, ambos tienen el rol de
escuchar el estilo, tiempo y cadencia del compañero. Reproducir los movimientos
aprendidos sin darle el toque personal y en relación a ese otro, no sería
baile. Adaptarse al otro es ingresar a un mundo siempre nuevo, aprender y
diversificar nuestras sensaciones. Nos hace más humanos.
4- DE LA PRÁCTICA…
Algunos bailes requieren una práctica diferente según el mayor o menor
contacto o cercanía de los cuerpos. Los siguientes nombrados no solo requieren
contacto de las manos y coordinación de pasos, también conllevan un ABRAZO con
mayor o menor distancia del espacio entre los cuerpos. Cuando ese espacio
desaparece, cuando el contacto de los torsos, ya sea de espalda o de frente,
intenta ser completo para la mejor ejecución del paso, se requiere una conexión
corporal extra, de parte de los que lo ejecutan, ya que la cercanía, y el roce
requieren una coordinación más sutil. Y en este punto es cuando ajustamos más
nuestros sentidos y percepción. Se une
pasos pre establecidos con improvisación a partir del contacto.
Nombraré algunos bailes y sus orígenes, como ejemplos y referencia para
desarrollar la idea del texto.
·
Son Cubano (Cuba)
·
Bachata (República Dominicana)
·
Lambada (Brasil)
·
Kizomba (Angola)
·
Forró (Brasil)
·
Tango (Argentina)
La presencia de un abrazo en un baile, como una de las características
fundamentales, nos lleva a ubicarnos en un nivel de percepción somática
(Técnica de Contac) y ya no tanto visual, como lo puede ser una figura
enfrentados y tomados de ambas manos. Hacemos consiente las respuestas de
nuestro cuerpo y su capacidad de reacción, en algunas propuestas de movimiento
se juega con el peso y la gravedad de manera ampliada, las capacidades físicas
y mentales se retroalimentan, para bailar una danza del instante; así como la
desarticulación de los prejuicios sobre las posibilidades de nuestro cuerpo y
del cuerpo del otro.
Los bailarines con formación académica suelen tener esa ventaja en este
aspecto, ya que su cuerpo ha transitado por varias experiencias corporales
relacionadas al baile y tienen una visión artística por sobre aquellos que no
lo han hecho. También tienen el desafío de “vaciarse” de estructuras aprendidas
y despojar al cuerpo de “tic”, pero son herramientas que las pueden trabajar
sin inconvenientes. Se dificulta para aquellos que hacen el camino inverso,
desde el baile social al baile de una forma profesional o semi- profesional,
(siempre con excepciones, obviamente), ya que el recorrido de perfeccionamiento
suele ser más informal también y por carriles diferentes a la formación
académica. Salvo alguna excepciones, aquellos que han que tienen más facilidad
y perduran en el tiempo como bailarines son los que han tenido una formación
artística completa de los inicios.
5- A DONDE ESTAMOS…Y HACIA DÓNDE VAMOS…
Llamar a las cosas por su nombre, de manera obligada para entendernos en
el lenguaje universal de la danza, nos ha llevado a poner un rótulo a las
variaciones estilísticas que puedan darse en cada una las manifestaciones. Si
tomamos como ejemplo cercano las categorías de competencia del Festival de
Cosquín (Córdoba, Arg.), aparecen diferenciadas las categorías de Pareja de
Baile Tradicional y Estilizado.
Los mismo pasa con otras danzas, sus estilos y sus posibles fusiones o
variaciones. Acostumbrados a la clasificación, las necesitamos para enmarcar lo
que vemos y luego poder analizarlo.
Cuando se escucha un tango y se vé una pareja bailando con pasos que lo
identifican, lo podemos identificar fácilmente como Tango (música y baile);
pero cuando escuchamos un tango y los bailarines hacen otros movimientos
diferentes lo ponemos en el lugar de Contemporáneo o Moderno; y cuando se
escucha un tango, se baila como tal y en algún momento uno de los bailarines
levanta ambos pies en el aire al mismo tiempo pasa de tango Salón a tango Fusión o Cabaret.
Entre los ritmos del Caribe hoy se puede ver variaciones estilísticas
como Bachata Tradicional y Urbana, Salsa estilo “Los Ángeles” o “New
York”, estilo Cabaret, así como las
regionales Caleña (Cali, Colombia), Cubana (Cuba), Puertorriqueña (Puerto
Rico). Sumamos las combinaciones entre danzas: Bachatango (fusión de Bachata y
Tango), Lambazouk (entre Lambada y estilo Zock, ambos originarios de Brasil) y
otras fusiones que se deben estar gestando mientras estamos aquí.
Estas manifestaciones son siempre resultado de un contexto social. Me
permito transcribir parte del artículo “Fusiones”. Opciones de bolsillo para la
danza contemporánea (2010), para sustentar lo expresado en este fragmento:
De cara a una globalización cultural ya
instalada, la vuelta a la mirada de lo particular y lo tradicional de cada país
o región, sigue siendo semillero de múltiples actividades no sólo artísticas
sino también publicitarias, gastronómicas, turísticas, de diseño textil
industrial, etc.
Ejemplos de estas nuevas tendencias pueden ser
el turismo campestre o cultural, los ya conocidos programas televisivos
gastronómicos que muestras las diferencias culinarias de distintos países y
regiones o vestimentas de la vida diaria con diseño o detalles étnicos, por
nombrar algunos ejemplos.
Estos
procesos se pueden encontrar estudiados y analizados en trabajos teóricos como
los de Martín Barbero, Walter Benjamín, T. Adorno, García Canclini, por nombrar
algunos, donde se debate, entre otras cosas, el abordaje del concepto de
“folklore” como ritualización del pasado o en constante proceso de cambio; se
habla de una necesidad de re-significación de lo popular; y aparecen otros
conceptos como “trans-culturación”, “industrias culturales”, “diversidad y
pluralidad”, donde el hombre parece posicionarse en una instancia de conflicto
entre la tradición y la modernidad, como si fueran opuestos y no
complementarios al crecimiento cultural.
Si
llevamos estas ideas al campo del arte, tomando el arte como resultado
expresivo de las necesidades de la sociedad, podemos encontrar numerosos
ejemplos en este aspecto, en la música, la pintura, esculturas e instalaciones,
fotografía, etc.(1)
Estas variaciones estilísticas han extendido cada vez más su terreno de
posibilidades de movimiento, a punto que ya no es posible distinguir (dentro de
los parámetros de clasificaciones) qué danza se puede estar bailando. Todo es
solo “fusión”.
( (1) Sofía Rolando. Opción de bolsillo para la
danza contemporánea. “Fusiones” .Santa Fe, Marzo 2010.
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Los límites para la improvisación ya son invisibles o inexistentes, la
experiencia de la entrega nos puede llevar a lugares difícil de identificar
desde un punto de vista de catálogo.
La Compañía As2wrists (2), con dirección de Minna Tuovinen y Martin
Heslop (Finlandia) es un ejemplo de lo anterior; investigó en su momento sobre
improvisación en pareja, partiendo de la base de los movimientos del tango y la
relación con el cuerpo (peso, apoyos, ejes). Construyen obras y puestas desde
esta base de movimiento, donde el producto final puede terminar en un lugar
conceptual opuesto al origen.
Más allá de los nombres que podamos dar, lo importante de los cambios
actuales, es la variedad de posibilidades de moverse, de conectarse con otro a
través del movimiento.
La globalización nos trajo
aparejado la apertura de un abanico de posibilidades, no solo de acceso a la
información y servicios, sino la licuación de sus componentes y ésto, como
consecuencia, otros modos de relación hombre-mujer, padres-hijos o mismo
género, o nuevas formas de paternidad, o nuevas formas de feminismo y así
también, nuevas formas de relacionarnos entre nosotros a través del baile.
Esa licuación de estilos, por un lado, da lugar al “todo es posible”
casi a la misma altura de valor de “todo es válido”. Por el otro, al tiempo que
tenemos acceso a todo, se genera un vacío, que en el baile nos permite
despojarnos de modismos y entregarnos al devenir. El vacío necesario de estilos
de danza, nombrado anteriormente, también nos expone al riesgo de una pérdida
de identidad del baile o no del todo definido en su objetivo, pero aquí ponemos
en juego nuestra dramaturgia y conocimientos de composición como actores del
hecho para generar una danza nueva.
Y dentro del “todo es posible” también está la de conservar las formas
tradicionales de baile. El encuentro en un salón para bailar sencillamente un
tema (sin fusiones, ni acrobacias) perdurará en la medida del sentimiento, las
posibilidades y los gustos personales.
Tener en cuenta estas ventajas actuales y sumarlo a una formación
consistente en arte puede dar resultados maravillosos. Y la sensopercepción se
agudiza obligadamente. Beneficios para una nueva forma de encontrarnos y
sentirnos.
Encontrarse y percibirse en un abrazo danzado es eternamente humano.
(2) Sitio web: http://www.as2wrists.fi/
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BIBLIOGRAFÍA DE
REFERENCIA
· -Arthur C. Danto. La transfiguración del lugar
común. Una filosofía del arte. Ed. Paidós estética 31. Ed. 2004
· - George Dicke. El círculo del arte. Ed. Piadós
Estética 38. Ed. 2004
· -Susana Tambutti, La danza y los discursos
teóricos. Apuntes de cátedra de Historia de la Danza. IUNA.2004.
· - Patricia Dorin. Creación coreográfica. Ed.
Libros del Rojas, UBA.2007.
· -Cardona, Patricia, Dramaturgia del bailarín.
Cazador de Mariposas. Un Estudio sobre la Naturaleza de la Comunicación
Escénica y la Percepción del Espectador, INBA-Centro Nacional de Investigación
e Información de la Danza José Limón, México: Escenología, A. C. 1ª edición,
2000.
· -Material didáctico facilitado por la materia
Historia Sociocultural del Arte, cátedra Daniel Sanchez en el año 2004 de la
carrera de Lic. en Composición Coreográfica en Danzas, perteneciente al
Departamento de Artes del Movimiento “M. Ruanova” del IUNA (Instituto
Universitario Nacional de Artes).
· - II Worshop Internacional de danza moderna y
bailes afrocubanos. Dirección general: Marta Bercy. Buenos Aires, 2004.
· -Bailes populares cubanos. María Antonia
Fernández. Ed. Pueblo y Educación, Cuba, 1974.
· - Sofía Rolando. Opción
de bolsillo para la danza contemporánea. “Fusiones” .Santa Fe, Marzo 2010.
Derechos de autor. Registro:
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